No es placentero volver y volver sobre mis pasos, y ver vacíos inmensos, y pequeños momentos de los que me suelo aferrar para no suspenderme en un sueño inmenso e ininterrumpido, para no volver más. Es tedioso ver que caigo siempre en la mismo fosa, por ver tu reflejo en ella. Es inútil decir que te olvide ¿Para que mentirle al mundo, si se que sufro por vos? No entiendo el modo en el que gira todo, como no entiendo si estoy entre los vivos o me encuentro en las puertas del reino de Hades. Los días y las noches pasan, pero no llego a apreciar los momentos que pueden revertir mi situación. Es cierto, me desvivo por un sueño, y comprendo porque dicen que no es tan bueno vivir soñando... Me estoy volviendo loco, y todo por mi propia culpa. Mis ojos no ven mas la diferencia entre el bien y el mal, ni recuerdan el camino que debía seguir, soy un alma a la deriva... Quien sea esa dama que me quiera mostrar eso que ya no consigo ver, bienvenida seas, mi vida está en tus manos...

Sintió el dolor más agudo que alguien pueda sufrir, y en un segundo paso su vida por delante, todos esos momentos importantes que el creía que nunca se irían de su mente, y se sumió en una inmensa oscuridad. Luego de esto, miro hacia el techo y allí estaba el individuo ya familiar, con la cara ensangrentada, y el notó un frenesí que invadía su cuerpo, y tuvo un flashback: vio la escena de un crimen, vio un cuerpo que había sido atacado por un ''animal''. Esa persona le resultaba demasiado familiar. Lo recordó: era la tétrica habitación en la cual había muerto un hombre a dos casas de la suya. Luego se levantó, y todo se aclaro en su mente.
- Estoy muerto.
- De hecho, no. No estar vivo no es estar muerto...
- Debo irme, no puedo quedarme, debo ver a...
- Ella no te podrá ver.
- ¿Porque? Si mientras vivía yo te pude ver...
- ¿Recuerdas lo que dije la primera vez que te vi?
- Bastante bien.
- ''Deberás dejar todos tus lazos emocionales'' Ella no te puede ver porque nunca la verás como una presa...
Dolohov, luego de pronunciar la última palabra, le hizo una indicación a León, quien lo miro perplejo.
- Chico, debes alimentarte, o cometerás una locura en cualquier momento-. Miro a su acompañante y siguió: - Ya estas temblando, buscaremos algún criminal a quien podamos matar sin remordimiento alguno...
Esa noche León Finnigan comprendió que los ángeles no tienen aureolas ni alas, y que se visten de negro para pasar desapercibidos.

¿Donde estan las cosas cuando las necesitamos? ¿Donde me olvide el buen humor, que hace tiempo que no veo? Es tiempo de dejar atras un par de cosas, y hacer lugar a lo que viene...