jueves, 13 de agosto de 2009

Podes tener cien epifanías, pero solo una ser cierta. Igual, por mas epifanías que tengamos, no hay que confiar en ellas. El destino es subjetivo, la historia la escriben los hombres, los actos son consecuencia de nuestras mentes, nuestras mentes son producto de nuestra historia. Por eso, en ves de hacerle caso a una visión, me pregunto: ¿Quien soy? ¿Que hago aquí? ¿Donde debería estar? ¿Como sobrevivir, sin que nadie sepa algo de mi? Las respuestas no son difíciles, pero tienen el acertijo que rodea la mente de cualquiera, por eso la respuesta a mi pregunta va a ser distinta dependiendo de quien venga. Por ej, si lo digo yo, diría: Soy un idiota. Estoy esperando algo que no se que es. Debería estar en un lugar donde pueda ponerle stop al cassette de mi vida. Sobreviviré estando lejos, lo mas lejos que pueda...

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¿Para que saber lo que nos va a pasar? Así, nunca nos sacaria una sonrisa la burlona sorpresa.