domingo, 26 de julio de 2009

Esforzarse a veces no sirve de mucho. Me esfuerzo por dejar de pensar en vos, pero hay pocas circunstancias en las que me olvido que me olvidaste, y cuando éstas terminan, siento una culpa inmensa, que abarca mi sombra en llamas, que muestra en mi exterior mi locura interior, cosa que últimamente no intenté remediar. También noto que soy más cansino al hablar, cosa que odio de más. No puedo evitar querer ser invisible cada vez que te veo, ni tampoco querer tener acantilados cerca cada vez que escucho tu voz. Cuando intento alejarme de tu recuerdo, una fuerza invisible me atrae al primer acto estúpido e irrevocablemente demente que se me ocurra, cosa que termina siendo una lluvia de adrenalina, pero que roe mi corazón, y como verás, ya bastante dañado está, no quiero echarte la culpa, porque de echo, es totalmente mía, por fiarme de ilusiones lo bastante tontas como para ser cumplidas, como la de subirme a un escenario con Brian May, o tener la oportunidad de jugar un picadito con Enzo Francescoli. Por eso pido a alguien, sea quien sea, que me diga la forma de quitar este sentimiento que me lleva a la locura, a la demencia, a la estupidez, a la insensatez de vivir como un condenado, a la insanidad de sanatorio que no me viene nada bien, y mis sueños me lo demuestran. La otra noche soñé una habitación totalmente blanca, con una puerta negra con pestillo de plata, por la cual entraban dos personas, una eras vos, la otra, era una figura alta, de rasgos inconfundibles, que reflejaban algo totalmente perturbador, sin duda controlado, pero que era capas de salir en cualquier momento. Vos estabas alterada, como si estuvieras enfrente de una escena violenta o perturbadora. El rostro del otro era inescrutable, y miraba atentamente toda la habitación. Me percato de que había una pequeña ventana, que daba a una habitación similar a la que veía. Al mirar a través de ella, veo el rostro mas espeluznante que vi en mi vida. Piel totalmente pálida, muestras de cansancio, una mirada extraña, los pelos alborotados, y una mueca que mostraba poca humanidad, luego de ello, miro atentamente al hombre que observaba todo a su alrededor, y me doy cuenta que era mi propio hermano, que parecía presa de mil preocupaciones por lo que se encontraba en esa habitación. Luego, noto una expresión mas perturbada que la anterior en tu rostro, y por ultimo, miro a mi vecino, a ver si también se perturbaba al verme. Allí es que asimilo todo, eso no era una ventana, y ese no era un vecino en el manicomio, era un espejo, y eso era yo. Para reafirmar mi teoría, hago muecas para comprobar que sea mi reflejo, y noto al abrir mi boca, que mis dientes estaban completamente teñidos de rojo, y que aparecía en mi una mueca de desconcierto y rabia. A penas asimile esto, doy crédito de ver que estabas vestida de negro, como si esto fuese un funeral, al mismo tiempo que veo a mi hermano vestido de negro, y cuando miro mi vestimenta, veo un chaleco de fuerza, del cual no me había percatado. Mi rabia me inundo, y en un abanico de demencia me las propongo por romper el chaleco, cosa que logre sin dificultades. En ese momento, noto que estabas en llantos, me volví al espejo y note que mi rostro se volvía por un segundo humano, por la pena y el dolor que sufría. Acto seguido, corro y agarro de los hombros a mi hermano, al que le pregunto '¡¿Que soy?¿Que me hicieron?¿Que hago aquí?!' el lo pensó, sin percatar mi cólera inconfundible, y con rostro ahora inescrutable dice: 'Sois un monstruo. No te hicieron nada, estas en tu propio manicomio.' pensó pocos segundos, y luego prosiguió: 'Estoy aquí para darte las malas, tienes dos opciones, calmarte y escuchar, o perderte en el olvido, ya que no me atreveré ni permitiré que nadie se atreva a entrar en esta habitación nunca' su rostro se torno totalmente serio, yo obedecí. 'Los médicos han estado estudiandolo por horas, pero me duele decirte que, no tienes cura alguna ya, tu crimen no puede ser solucionado, no ahora, ni nunca mas', seguido a esto, mi cólera estalla, y me arrebato la vida, dejando la escena sola, en el olvido, precisamente. No hay nada mas que decir, ni explicar.

1 comentario:

  1. Yo te maté?
    Jaja
    No le des tantas vueltas a la vida Iván, yo a tu edad también pensaba que el mundo se caía a pique por cada cosa que me pasaba, y trataba de ser "serio y maduro" para que no me pase nada malo, trataba de mantener las cosas siemper iguales. Pero te tengo una noticia, no es así. A veces nos pasan cosas malas, por culpa nuestra, de otros o de la suerte, no sé, pero pasan. Y la única forma de dejar de sentirse mal es seguir adelante, seguir moviendonos, porque sentados al lado de la tristeza no vamos a ningún lado.
    Te tiro nupar de frases de canciones:
    "Si la rutina te aplasta, dile que ya basta de mediocridad"
    "Hoy puede ser un gran día, planteatelo así, aprovecharlo o que pase de largo dpende en parte de tí"
    "No vivas cuidando el empate"
    "Estrechez de los que saben pactar tablas en el ajedrez"
    Salí a ganar bro, dejá de hacerte la cabeza :)

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¿Para que saber lo que nos va a pasar? Así, nunca nos sacaria una sonrisa la burlona sorpresa.